De la chistera sacó el Presidente Andrés Manuel López Obrador la designación de la nueva jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro. Soldado de primera línea de López Obrador, Buenrostro dislocó las redes de distribución gubernamental, agravió a proveedores y provocó subejercicio presupuestal. Le permitió alimentar su discurso de la corrupción del pasado y machacar el discurso sobre los ahorros de su administración. Buenrostro se había convertido en la Robespierre de la Revolución de López Obrador. No está claro si son buenas noticias para el Gobierno, pero lo que es indiscutible, dados sus antecedentes inmediatos, es que no son navidades para estar tranquilos.
Source: EL Informador December 20, 2019 06:22 UTC