Si pudiera tenerse la certeza de que el de Fátima Cecilia sería el último crimen monstruoso que veríamos en México, quedaría, al menos, ese consuelo: a cambio del duelo por el niño ahogado, el consuelo de que el pozo fue tapado para siempre; de que no habrá más atrocidades de semejante calibre…Por desgracia, no es así. No siempre las víctimas tendrán nombre y apellido; no siempre se repetirán el estruendo mediático y la consiguiente irritación social que generó su caso. Sin embargo, las frías estadísticas reportarán, en su momento, que el desprecio a la vida de las mujeres -niñas o adultas, lo mismo da- seguirá siendo parte del ADN de muchos mexicanos. -III-Colofón: Fátima Cecilia, por desgracia, no será la última. Habrá más… Como un portento no suceda -un golpe de timón por parte de las autoridades encargadas de prevenir y sancionar delitos, o un milagro manifiesto…, que uno no sabe qué opción sería más factible, menos ilusoria-, su muerte habrá sido en vano.
Source: EL Informador February 21, 2020 12:45 UTC