Debido a conflictos políticos, el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, y su gobierno no fueron informados sobre esos reportes hasta los ataques. El Tribunal Supremo terminó revocando su decisión, pero no se ha permitido acceder al primer ministro a reuniones del Consejo de Seguridad desde octubre. Todos los suicidas eran ciudadanos de Sri Lanka, aunque las autoridades sospechan que tenían conexiones con el extranjero, explicó en una rueda de prensa Senaratne. La policía investigaba los reportes de que las agencias de inteligencia de Sri Lanka habían recibido advertencias de posibles ataques, según dijeron las autoridades el lunes. El Departamento de Investigación Penal de la policía, que gestiona las pesquisas, revisará esos reportes, dijo Gunasekara.
Source: Excélsior April 22, 2019 19:07 UTC