Especialistas de la UAQ señalan que la baja de luz solar y las ausencias familiares son detonantes clave; instan a no minimizar el aislamiento o la fatiga crónica. Angélica María Aguado Hernández, especialista de dicha unidad académica, explicó que más allá del contexto social, existe un componente biológico conocido como Trastorno Afectivo Estacional. El desajuste químico deriva en síntomas físicos concretos: fatiga persistente, somnolencia excesiva, aumento en el consumo de carbohidratos y dificultad para realizar tareas cotidianas. La Facultad de Psicología de la UAQ alerta sobre el Trastorno Afectivo Estacional. Conoce los síntomas de alarma y los canales de ayuda ante crisis emocionales en Navidad.
Source: La Crónica de Hoy December 27, 2025 21:31 UTC