A San Martín Texmelucan, Puebla, no llegó el plan de combate al huachicoleo del nuevo gobierno federal, en sus calles continúan circulando camionetas con el combustible robado. Algunas hasta tienen pipas varadas por si es necesario surtir el energético. Alberto, uno de los picadores más recurridos por las bandas de huachicoleros, aprendió su oficio en Tierra Blanca, Veracruz, cuando trabajaba para Los Zetas. Detallan que son tubos de “alta presión bajo tierra” porque corre el combustible y advierten que quien lo haga será acreedor a sanciones penales. Alberto cobra 5 mil pesos por toma clandestina.
Source: Milenio January 10, 2019 10:33 UTC