El investigador explicó que los videojuegos actuales promueven el individualismo: lo que antes se jugaba en grupos o en espacios compartidos, hoy se hace frente a una pantalla, con el jugador aislado del mundo real. “La espiral individualista hace que las personas se preocupen menos por su comunidad, su entorno social y natural”, subrayó. “Cuando hablamos de videojuegos, también están los lentes de realidad extendida, las consolas especializadas, los aparatos que se pegan a las consolas. Según Huesca Morales, los adultos entre 20 y 45 años son quienes más gastan en videojuegos. Aunque los videojuegos pueden estimular la memoria en corto plazo de las personas de edad avanzada, en jóvenes pueden fomentar aislamiento y adicción.
Source: La Jornada December 24, 2025 12:09 UTC