Y es que en las cantinas de Tabasco no se conoce la “botana” como en Yucatán, allí, todo lo que se come, se paga. Esa es una de las razones por las que las cantinas de Mérida son únicas. Las mujeres entran a los cafés, las sorbeterías, los restaurantes… ¿pero a las cantinas? Y es que sí, muchos varones se resisten a estas cantinas que se han vuelto muy demandadas y elevado sus costos. Hay que brindar por estos lugares y propiciar que cada día sean más incluyentes, más diversos, con más arte, más cultura, más anécdotas por contar.

Source: Diario de Yucatán November 09, 2020 11:37 UTC