Es la crisis de la mentira como única bandera política. A veces disimulada y, a veces, como hoy, reventando en la cara de los ingenuos ciudadanos. Porque vaya que la sociedad peruana se tragó el cuento electoral, hoy amargo, del compromiso de los partidos electos con la reforma política. Pero lo que es peor, se aplica el manual básico del psicosocial para mentir sobre atenciones que no existen. Pero llegará el día, espero no muy lejano, que una minoría de honorables ciudadanos entenderá que un derecho no es un favor y que los mentirosos, en la política, no son un mal necesario.
Source: La Republica July 05, 2020 12:00 UTC